Kandy, la capital cultural del país

Me levanto bien pronto, desayuno fuerte y pongo rumbo a Colombo Fort Railway Station para subirme el tren Express Train que me llevará a Kandy. Serán algo más de 3 horas y 170 LKR.

No me esperaba una ciudad con tanto ajetreo! Varios mercados, muchos vendedores ambulantes, coches, autobuses, tUk-tUks. Tengo la sensación que es una ciudad puente, dónde mucha gente hace noche antes de poner rumbo a Ella, una de las principales atracciones turísticas de este país.

Decido dormir en Ceyloni Inn, alojamiento correcto y bien situado. Tomo una ducha rápida y decido salir a explorar un poco la ciudad. Lo que resta de día decido tomármelo con calma; un té, hacer cuatro fotos, leer sobre los lugares que tengo cerca y escribir un poco en el blog.

Esta primera semana de ruta necesito tomarme las cosas con calma, descansar, desconectar y limpiar mi mente de estrés y ansiedad. Vengo de una época muy intensa de trabajo, muchos meses con la lengua fuera. Últimamente no disfruto con mi trabajo 😔, algo que me preocupa y que no pienso permitir que suceda. Suerte que tengo 6 semanas por delante para disfrutar de lo que más me gusta y para tomar decisiones a nivel profesional. 😊🤘🏽

Tengo pensado pasar dos días antes de poner rumbo a Sigiriya. La idea es visitar el lago, el Bahirawakanda Viharaya (Buda de la Colina) construido en 1993 y con una altura de 27 metros y el Sri Dalada Maligawa (Templo del Diente de Buda).

Cuenta la historia que cuando Buda murió, las cenizas fueron repartidas entre Tailandia, India y Sri Lanka. Por lo visto el diente cayó en la singular isla, algo que a los portugueses no les gustó (por su afán de cristianizar todo).

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